Las pensiones del IMSS bajo la Ley 73 recibieron un incremento en febrero de 2025, conforme al ajuste inflacionario reflejado en la UMA. Sin embargo, los beneficiarios que dejaron de cotizar en 2024 y tramitaron su pensión este año no recibirán este aumento, ya que el cálculo se hace con el salario base del último año cotizado.
En contraste, quienes comenzaron su trámite en 2025 y cotizaron durante el año vigente sí recibirán el ajuste correspondiente, beneficiándose del incremento del 12% aprobado para este año.
La pensión mínima garantizada del IMSS para este 2025 se ubica en $9,407 pesos mensuales, pero con el ajuste por inflación podría acercarse a los $10,000 pesos.
Pese a este aumento, muchos jubilados de años anteriores siguen recibiendo pensiones muy bajas, debido a que en su época los salarios mínimos eran menores y, además, sus pagos siguen calculando con base en la UMA, que crece más lentamente que el salario mínimo.


Aunque el aumento a las pensiones bajo la Ley 73 puede parecer una buena noticia, revela una gran desigualdad estructural en el sistema de pensiones del IMSS. La diferencia en el cálculo entre quienes cotizaron en 2025 y quienes lo hicieron en años anteriores genera un trato desigual para personas que, en muchos casos, aportaron durante décadas al sistema. Además, la persistencia del uso de la UMA para calcular montos sigue mermando el poder adquisitivo de muchos jubilados. Es injusto que los pensionados de más edad, que más necesitan estabilidad económica, queden en desventaja frente a quienes se pensionan más recientemente.